Es importante estimular a tus hijos a que elijan alimentos saludables desde pequeños. Estos consejos harán que de grandes persigan hábitos más sanos.
1. Predica con el ejemplo. La herramienta más poderosa de aprendizaje en el bebé es la imitación. Si sus padres comen fruta, ellos comerán fruta. Además, en una familia en la que el consumo diario de fruta es un hábito, el bebé se habrá familiarizado con estos sabores en el útero (en el último trimestre tragan cerca de 500 ml de líquido amniótico al día) y a través de la leche materna. Si tu niño te ve comer postres azucarados o poco saludables se preguntará por qué él no puede comerlos, después de todo, si tú lo comes, tan malo no puede ser.
2. Haz que la fruta esté visible en tu hogar. Si la fruta está guardada en el refrigerador o en alacenas fuera de la vista, será más difícil recurrir a ella cuando buscas un postre o un tentempié rápido. Hazte con un buen frutero y almacena la fruta en la cocina, a la vista. De esta manera, multiplicarás los momentos y oportunidades de consumir frutas. Mantenlo bien surtido, claro.
3. Mantener al alcance de los niños. No solo hay que tener fruta a la vista, si no también al alcance de los niños. Un carrito con cestas, es una buena alternativa. También colocar el frutero en una mesa accesible para los pequeños o tener un plato con algunas frutas en un lugar más a su alcance. Cuanto más a mano esté la fruta, más fácil y accesible será su consumo para todos los miembros de la familia.
4. Elige bien donde comprar la fruta. No hay nada más frustrante que gastar dinero en fruta y llegar a casa y encontrarnos con que está demasiado madura o todavía faltan unos cuantos días para estar en su punto justo. Si la fruta no sabe a nada y está dura, comerla dejará de ser un placer y se convertirá en una obligación. Si está pasada, la podrás aprovechar para algún licuado o batido casero.
5. Fruta de temporada. Siempre es mejor elegir frutas y verduras de temporada. Así nos aseguramos de que están en su momento justo de maduración y de que no llevan semanas metidas en un congelador. De este modo, será más jugosa y apetecible.
6. Fácil de llevar. Cuando salgas de casa, intenta llevar siempre alguna fruta. Una manzana, una pera o un plátano no necesitan nada más que lavarlas en casa y meterlas en alguna bolsita de plástico dentro del bolso.
7. Batidos (smoothies) sí, jugos no. Los batidos o licuados de fruta (fruta triturada) o smoothies caseros tienen todas las ventajas de la fruta ya que tienen toda la fibra de la fruta. Obviamente, mejor si son caseros y recién hechos. Además, puedes aprovechar para introducir algo más que fruta. La zanahoria y el pepino funcionan muy bien en este tipo de licuados... Y qué te voy a contar de los famosos "batidos verdes", cuya base principal es la fruta. En cambio, a los jugos (aunque sean naturales) es mejor evitarlos, porque contienen todo el azúcar de la fruta pero nada de su fibra, por lo que nuestro organismo los procesa de manera completamente diferente a la fruta. Obviamente, si estamos un día fuera de casa, mejor un jugo de naranja natural que una refresco.
8. Manipulación. Deja que tus hijos manipulen la fruta. Que pelen las mandarinas, que te ayuden a cortar las frutillas. Deja que muerdan la cascara (siempre que esté bien limpia) y que disfruten tocando, apretando, aprendiendo texturas y experimentando libremente. Quizás sea un poco más sufrido al principio y tengas que andar detrás de ellos limpiando y cambiándolos tres veces al día de ropa, pero a la larga casi seguro que compensa.
Cualquier duda por favor consulta con tu médico.